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| "REFRESCANTE BAÑO EN LA FUENTE DE LA TAMARA" |
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| "ANUSKA: LA GRAN NADADORA DE LA TAMARA" |
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| "SALTO DEL BIERGE" |
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| "CURSO DEL RIO ALCANADRE" |
COMO LLEGAR:
Es una ruta de 9a 10 km. de recorrido de ida y vuelta, muy bonita de ver por las aguas cristalinas que nos ofrece el río Alcanadre.
Partiendo de Huesca tomaremos dirección Barbastro, una vez atravesada la localidad de las Cellas "pueblo" cogeremos dirección a "Abiego; pasaremos la localidad de largo y llegados a la localidad de "AdaHuesca" cogeremos dirección a "Bierge" atravesaremos la localidad y pasaremos de largo el desvío a "Rodellar". Llegaremos así al albergue de "Abiego", donde aparcaremos el vehículo.
Desde el parking cogeremos una pista que hay a mano derecha.
Aguas arriba del río nos conducirá hacia la Fuente siguiendo los paneles indicativos. Aproximadamente tras una hora de camino deberemos tomar un desvío a la izquierda que tras una prolongada pendiente nos lleva hasta el río, lugar donde se encuentra la Fuente de la Tamara, una excelente badina para el baño.
Dependiendo de la época del año, el regreso se puede realizar por el cauce del río. Deberemos tener especial cuidado en dos zonas que para su paso hay que buscar unas sendas no señalizadas en la margen izquierda del río y así evitar los tramos que realizan los barranquistas. Tras ello seguiremos el cauce del mismo y aproximadamente tras media hora buscaremos un camino que sale de la parte izquierda y que nos llevará otra vez al punto de partida. Haciendo ese tramo se realiza la parte baja del barranco de la Peonera visitada por multitud de barranquistas, muy famoso entre ellos.
NUESTRA AVENTURA:
Domingo 3 de julio: íbamos con muchas ganas de bañarnos en aguas cristalinas y lo conseguimos ¡¡y vaya si lo conseguimos!!.
En el trayecto en coche hasta llegar al aparcamiento de Abiego disfrutamos con el sol de primera hora de la mañana del encanto de los pueblos de la zona y su enclave. Una vez allí arrancamos con nuestra aventura con muchas ganas. Casi no nos dimos cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo ya que las vistas eran magnificas y la temperatura, a esas horas, todavía agradable. Al pasar junto a la Fuente del Puntillo aprovechamos para hacer un ligero almuerzo para continuar hasta llegar a la Tamara que nos esperaba con sus ya nombradas aguas cristalinas. Era ya cerca de las doce del mediodía cuando llegamos, el calor ya apretaba y no dudamos en darnos un refrescante baño en esas aguas claras y frías. Comímos allí mismo, mientras observabamos el paso de los barranquistas por el río. Los niños lo pasaron genial y casi diríamos que lo mejor para ellos estaba por venir ya que la vuelta la hicimos por el mismo cauce y eso para ellos fue toda una aventura. Lo más difícil de la vuelta fueron las dos zonas donde por la profundidad del río tuvimos que buscar paso alternativo por las rocas: hubo que tener mucho cuidado por la inclinación que tenían, pero avanzando despacio pasamos sin dificultad. LLegamos a la zona de aparcamiento que coincide con el lugar donde se encuentra el salto de Bierge y que estaba abarrotado de gente. En la terraza del bar del albergue, que esta allí mismo, tomamos una coca-cola bien fría antes de emprender el viaje de vuelta.
¡¡REPETIREMOS!!
NUESTRA AVENTURA:
Domingo 3 de julio: íbamos con muchas ganas de bañarnos en aguas cristalinas y lo conseguimos ¡¡y vaya si lo conseguimos!!.
En el trayecto en coche hasta llegar al aparcamiento de Abiego disfrutamos con el sol de primera hora de la mañana del encanto de los pueblos de la zona y su enclave. Una vez allí arrancamos con nuestra aventura con muchas ganas. Casi no nos dimos cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo ya que las vistas eran magnificas y la temperatura, a esas horas, todavía agradable. Al pasar junto a la Fuente del Puntillo aprovechamos para hacer un ligero almuerzo para continuar hasta llegar a la Tamara que nos esperaba con sus ya nombradas aguas cristalinas. Era ya cerca de las doce del mediodía cuando llegamos, el calor ya apretaba y no dudamos en darnos un refrescante baño en esas aguas claras y frías. Comímos allí mismo, mientras observabamos el paso de los barranquistas por el río. Los niños lo pasaron genial y casi diríamos que lo mejor para ellos estaba por venir ya que la vuelta la hicimos por el mismo cauce y eso para ellos fue toda una aventura. Lo más difícil de la vuelta fueron las dos zonas donde por la profundidad del río tuvimos que buscar paso alternativo por las rocas: hubo que tener mucho cuidado por la inclinación que tenían, pero avanzando despacio pasamos sin dificultad. LLegamos a la zona de aparcamiento que coincide con el lugar donde se encuentra el salto de Bierge y que estaba abarrotado de gente. En la terraza del bar del albergue, que esta allí mismo, tomamos una coca-cola bien fría antes de emprender el viaje de vuelta.
¡¡REPETIREMOS!!
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